La Legislatura de Río Negro aprobó en primera vuelta la declaración de monumento natural al Huillín, conocido también como nutria de río o gato de agua, habitante acuático/terrestre exclusivo de la región cordillerana patagónica de Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego e Islas de los Estados, que se encuentra en peligro de extinción.
A través de esta norma se prohíbe su captura, acoso, persecución, tenencia, cautiverio, transporte, comercialización de ejemplares, productos, subproductos y derivados y toda actividad que impacte negativamente sobre esta especie y su hábitat.
No obstante se exceptúa a la actividad científica autorizada y al manejo que sea necesario con la especie cuyos fines sean el conocimiento, protección y recuperación de la misma.
Cabe mencionar que el Parque Nacional Nahuel Huapi reconoce entre la fauna silvestre de valor especial al Huillín. Actualmente se encuentra en peligro de extinción y desde el año 1950, está prohibida su caza que diezmó la población por el valor comercial de su piel.
Es un mamífero anfibio carnívoro, de hábitos nocturnos con un cuerpo hidrodinámico que lo hace excelente nadador, además puede desplazarse en la tierra con igual facilidad. Sus patas son cortas y posee membranas completas entre sus dedos. Su peso máximo ronda en los 15 kg. Alcanza a medir entre 1,10 y 1,30 metros incluyendo la cola larga de entre 38 y 45 cm. que le permite la propulsión para nadar .
Esta especie utiliza costas angostas de arena o rocas y prepara sus descansaderos donde encuentra cavidades o sitios con raíces expuestas, ramas caídas y buena cantidad de vegetación. Otros sitios conocidos como madrigueras son aquellos que solamente utiliza para la crianza. Depende del agua y de las costas para completar su ciclo de vida.
El huillín encuentra su alimento principalmente en el agua, donde puede permanecer sumergido hasta cincuenta segundos buscando crustáceos y peces. Puede comer en el agua haciendo la plancha, de espaldas y flotando. También se alimenta sobre troncos o rocas.
Es considerado clave en el ecosistema: su presencia es un indicador biológico del estado en que se encuentra el ambiente. Si hay nutrias, eso significa que la cadena trófica está presente. Como depredador controla la población de crustáceos y peces evitando que se descontrolen y afecten la estructura del medio en que habitan. Al regular las poblaciones de sus presas, contribuye a mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas acuáticos.
Es el animal emblema del Parque Nacional Nahuel Huapi, quién lleva adelante el Proyecto de Conservación del Huillín que viene siendo estudiado desde la década del 80’y tiene como objetivo principal garantizar su conservación a largo plazo con acciones de investigación, gestión y educación ambiental.
El proyecto resalta además que mediante la Linea 105 “emergencias Legislatura de la Provincia de Río Negro ambiental”, se puede denunciar avistages, registrar localización geográfica y descripción del acontecimiento.
Gracias al trabajo de campo, se pudo determinar que su reproducción es cada dos años y los peligros que lo asechan son la alteración del paisaje por el uso humano; contaminación dando resultados la perdida de calidad del agua; basura en las costas; presencia de perros.

Todo esto hace que sea necesario legislar para protegerlo, lo que se logró este jueves mediante un proyecto del legislador Fernando Frugoni (ARI-Cambiemos).
El parlamentario alertó que “ha disminuido drásticamente su población en las últimas décadas” y explicó que “se ve amenazado por el visón americano, que se alimenta del huillín”.
Reconoció más adelante que “los primeros indicios de protección surgieron de la legisladora Magdalena Odarda, quien fue pionera en la defensa de esta especia con innumerables presentaciones en la Provincia y en el Sernado de la Nación”.
Precisamente Odarda (Vamos con Todos), calificó como muy importante la propuesta para proteger al huillín, como también “debe ocurrir con el guanaco y las orcas”. Mencionó asimismo un proyecto suyo para crear el Observatorio de la Ballena Franca Austral.