La olivicultura moderna en Río Negro comenzó en 2001, con la implantación de olivos destinados a la producción de aceite en la localidad de Las Grutas, convirtiéndose en una de las zonas de cultivo más australes del país.
Desde entonces, el sector olivícola rionegrino muestra un crecimiento sostenido, con más de 500 hectáreas actualmente en producción y proyección de expansión. Las aceitunas cosechadas en la región son utilizadas para la elaboración de aceites de alta calidad, reconocidos a nivel nacional e internacional.
En este contexto, la Legislatura de Río Negro aprobó en segunda vuelta un proyecto presentado por el legislador Luis Noale (JSRN), que declara a San Antonio Oeste como la capital provincial de la producción olivícola.
“Este es un reconocimiento, ante todo, a la producción de nuestra zona: San Antonio, Las Grutas y el Puerto del Este, donde hoy contamos con más de 500 hectáreas implantadas con olivos. El aceite que se produce fue galardonado en Mendoza y San Juan, dos provincias históricamente referentes del sector. De hecho, muchas veces nuestro aceite es llevado a esas provincias para potenciar su calidad mediante tecnología de punta”, señaló Noale.
Además, agregó: “Este paso significa un impulso muy importante, no solo para nuestra región, sino también para toda la provincia. Hay plantaciones en expansión en Viedma, la Línea Sur y parte del Valle. Es un cultivo que genera empleo, especialmente en época de cosecha, y representa ingresos directos para las comunidades”.
Actualmente, la principal variedad de olivo cultivada es la Arbequina, aunque también se encuentran Nevadillo, Frantoio, Changlot Real, Misión y Empeltre —estas últimas, variedades de doble propósito: para aceite y para consumo como aceituna de mesa.
La designación de San Antonio Oeste como capital olivícola pone en valor una actividad productiva que continúa posicionándose como motor del desarrollo económico regional.